Si de “El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas” dije que era una puta locura, de “Lantana. Dónde nace el instinto” que era una obra brillante, de “Absurdario” puedo decir que es una puta ida de olla que gracias a la calidad y prosa de Dario y la edición de Sven Jorgensen se ha convertido en una pequeña joya que todo lector debería tener.
"¿Qué es un absurdario? Un absurdario es el cajón de
sastre de un escritor desequilibrado, el espacio reservado para sus obsesiones
e inquietudes más oscuras y grotescas. Absurdario es un pequeño recopilatorio
de ficciones pulp en clave de terror, humor y surrealismo; una ventana que
Cápsulas Pulp ha abierto a ese imaginario que cualquier creador mantendría
cerrado bajo llave en lo más profundo de su psique"
Podemos decir que “Absurdario” es una antología fuera de lo
común. Una extravagancia, una aberración, una locura pero sin duda alguna un
pequeño tesoro.
Darío Vilas tiene una gran facilidad para enganchar al
lector ya sea contando la historia de un tal Marquitos Laguna, inventando una
novela de zombis sin zombis o creando esta alocada antología.
Pero no os confundáis, que para mí esta publicación sea una
total ida de olla no es sinónimo de falta de calidad, todo lo contrario.
Darío nos muestra con su cuidada prosa que su mente es capaz de crear los
relatos más inverosímiles con una brillantez abrumadora.
Encontraremos fantasmas, terror, humor gamberro, drama y
algún relato que personalmente me cuesta clasificarlo en algún género.
Todos y cada uno de los relatos tienen “algo” que engancha
al lector y le provocan diferentes sensaciones, pongo algunos ejemplos.
Con “Chispas” viviremos la pesadilla de una casa encantada y
un gran regalo para los amantes y lectores de “Lantana”. Sin duda este es uno
de mis relatos favoritos.
Quien no ha tenido miedo a la oscuridad o a los monstruos,
con “El Pasillo” y “Entra tu” volveremos a recordar esas sensaciones y
pesadillas que teníamos cuando éramos niños y que algunos adultos siguen
conservando.
Como no Darío también nos regala pinceladas de realidad con
los relatos “El solar”, “La Reunión” y “23 escalones”.
Con “Cacahuete” nunca más comeremos una bolsa de Lacasitos
sin antes mirar en su interior y estar bien seguros de que nos metemos en la
boca.
Personalmente “Esas cosas no pasan” es el relato que se
lleva la palma. Cuando leí esta genialidad inmediatamente envié un mensaje al
autor preguntándole si había consumido alguna sustancia, digamos que
misteriosa, para crear este relato. He de confesar que también le pregunté si conocía
algún psicólogo, no para él sino para mí.
Así puedo continuar con todos los relatos que forman esta
genial antología, pero creo que es justo que vosotros os adentréis en su lectura
y descubráis vosotros mismos las sensaciones que os crea cada uno de los
magníficos relatos.
No quiero olvidarme de la genial edición de Sven Jorgensen
encabezada por su editor Ricard Millàs. Soy fan de las portadas minimalistas
de esta editorial, la maquetación de esta obra es el mejor acompañamiento para cada
uno de los relatos. Tipografias desgastadas, ilustraciones antiguas y un tamaño
de impresión que podemos llevar en el bolsillo para disfrutar de esta obra en
cualquier parte.
En resumen, no puedo hacer otra cosa más que quitarme el
sombrero, arrodillarme y hacer la ola a Darío. Desde que descubrí a este
escritor con la novela “El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas”
todo lo que he tenido el placer ( si digo el placer porque es un verdadero
placer degustar cada una de las páginas de todas sus obras) de leer de este
autor ha reafirmado mi amor incondicional por su prosa.
Enhorabuena a Darío y a la editorial Sven Jorgensen por
apostar y crear una edición perfecta para esta PUTA IDA DE OLLA.
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