domingo, 14 de diciembre de 2014

Opinión Literaria: "Absurdario" de Darío Vilas por Víctor Cifu


Si de “El Hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas” dije que era una puta locura, de “Lantana. Dónde nace el instinto” que era una obra brillante, de “Absurdario” puedo decir que es una puta ida de olla que gracias a la calidad y prosa de Dario y la edición de Sven Jorgensen se ha convertido en una pequeña joya que todo lector debería tener.



"¿Qué es un absurdario? Un absurdario es el cajón de sastre de un escritor desequilibrado, el espacio reservado para sus obsesiones e inquietudes más oscuras y grotescas. Absurdario es un pequeño recopilatorio de ficciones pulp en clave de terror, humor y surrealismo; una ventana que Cápsulas Pulp ha abierto a ese imaginario que cualquier creador mantendría cerrado bajo llave en lo más profundo de su psique"

Podemos decir que “Absurdario” es una antología fuera de lo común. Una extravagancia, una aberración, una locura pero sin duda alguna un pequeño tesoro.
Darío Vilas tiene una gran facilidad para enganchar al lector ya sea contando la historia de un tal Marquitos Laguna, inventando una novela de zombis sin zombis o creando esta alocada antología.
Pero no os confundáis, que para mí esta publicación sea una total ida de olla no es sinónimo de falta de calidad, todo lo contrario. 

Darío nos muestra con su cuidada prosa que su mente es capaz de crear los relatos más inverosímiles con una brillantez abrumadora.
Encontraremos fantasmas, terror, humor gamberro, drama y algún relato que personalmente me cuesta clasificarlo en algún género.
Todos y cada uno de los relatos tienen “algo” que engancha al lector y le provocan diferentes sensaciones, pongo algunos ejemplos.

Con “Chispas” viviremos la pesadilla de una casa encantada y un gran regalo para los amantes y lectores de “Lantana”. Sin duda este es uno de mis relatos favoritos.
Quien no ha tenido miedo a la oscuridad o a los monstruos, con “El Pasillo” y “Entra tu” volveremos a recordar esas sensaciones y pesadillas que teníamos cuando éramos niños y que algunos adultos siguen conservando.
Como no Darío también nos regala pinceladas de realidad con los relatos “El solar”, “La Reunión” y “23 escalones”.
Con “Cacahuete” nunca más comeremos una bolsa de Lacasitos sin antes mirar en su interior y estar bien seguros de que nos metemos en la boca.
Personalmente “Esas cosas no pasan” es el relato que se lleva la palma. Cuando leí esta genialidad inmediatamente envié un mensaje al autor preguntándole si había consumido alguna sustancia, digamos que misteriosa, para crear este relato. He de confesar que también le pregunté si conocía algún psicólogo, no para él sino para mí.

Así puedo continuar con todos los relatos que forman esta genial antología, pero creo que es justo que vosotros os adentréis en su lectura y descubráis vosotros mismos las sensaciones que os crea cada uno de los magníficos relatos.

No quiero olvidarme de la genial edición de Sven Jorgensen encabezada por su editor Ricard Millàs. Soy fan de las portadas minimalistas de esta editorial, la maquetación de esta obra es el mejor acompañamiento para cada uno de los relatos. Tipografias desgastadas, ilustraciones antiguas y un tamaño de impresión que podemos llevar en el bolsillo para disfrutar de esta obra en cualquier parte.

En resumen, no puedo hacer otra cosa más que quitarme el sombrero, arrodillarme y hacer la ola a Darío. Desde que descubrí a este escritor con la novela “El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas” todo lo que he tenido el placer ( si digo el placer porque es un verdadero placer degustar cada una de las páginas de todas sus obras) de leer de este autor ha reafirmado mi amor incondicional por su prosa.

Enhorabuena a Darío y a la editorial Sven Jorgensen por apostar y crear una edición perfecta para esta PUTA IDA DE OLLA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario